El mundo hoy día se ve amenazado por el cambio climático, el crecimiento de la población y la urbanización, cuestiones que dominan los titulares. ¿Cómo será el futuro? La respuesta es sencilla: exactamente como decidamos que sea. Cada decisión que tomamos y cada actuación que emprendemos definen el tipo de mundo en el que viviremos mañana.
Para mantener la habitabilidad de nuestro planeta, debemos modificar nuestra conducta y repensar el consumo que hacemos de nuestros recursos. La planificación de un mundo mejor y más seguro para las generaciones futuras es la enorme tarea a la que nos enfrentamos. Los estados, las empresas, las comunidades y los individuos pueden hacer lo que esté en su mano para contribuir a este futuro sostenible.